27 de marzo de 2010

DESDE SU VENTANA




Tiene las manitas enrojecidas de tirar piedras al aire. Se sube a los escombros y grita. Luego, ondea su bandera y llora. Su bandera, que pretende ser blanca, es un trapo sucio y ajado. Lo ha atado a un trozo de marco de ventana. Esa ventana era la de su casa, por la que veía marcharse a su padre y a su hermano para ir al trabajo. Era la de los amaneceres y la de las luces que se veían a lo lejos cuando anochecía. Por esa misma ventana, su madre lo llamaba para que entrara en casa después de jugar. Y a través de ella veía ocultarse el sol entre las nubes y a las bandadas de pájaros planear formando una uve. A través de esa ventana veía la vida pasar. Su corta vida.


Y agarra con fuerza ese trozo de madera, lo aferra como si fuese lo último que le une a esa mansa existencia. Grita, y ondea de nuevo la bandera con desesperación.


Pero nadie escucha al niño. Las bombas no tienen oídos, y debajo de los escombros sólo hay cadáveres.



Copyright: Luisa Fernández

Foto extraída de Internet




Este micro me lo ha publicado PEPE PEREZA en su blog ASPEREZAS:
http://pepepereza.blogspot.com/


15 comentarios:

  1. Me gusta, tanto que no he podido resistir la tentación y te lo robo para ponerlo en mi blog.
    besazo

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  2. Muchas gracias, Pepe.
    Es un honor para mí.

    Un requetebeso.

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  3. Que bonito y triste, pero son los tiempos de guerra que no paran.
    Un beso Luisa

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  4. Los niños son los grandes perdedores de las guerras y los conflictos.

    Un beso, Josefina.

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  5. Esa ventana por la que tanto vio es ahora testigo de la oscuridad que lo abate.

    Un micro muy triste, por la realidad que contiene.

    Besos

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  6. Así es, Trini. Las consecuencias de la guerra son terribles. Muchos niños mueren y otros se quedan solos en paises devastados por ella, cargando con un triste futuro a sus espaldas.

    Un beso.

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  7. Qué desgarrador querida amiga, la ambición de los encumbrados en el poder no tiene límites ni miramientos, y asesina sin piedad por llenarse los bolsillos con más riqueza aún teniendo de sobra!!! ¡¡Qué indignante por Dios!! Y ante ellos no podemos hacer nada porque como estamos en una democracia los presidentes elegidos para representarnos les faltan pantalones para hacerse escuchar y poner las cosdas en su sitio como lo demandamos. Un fuerte abrazo Luisa

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  8. Querido Drac, detrás de cada guerra, de cada conflicto armado, hay muchos intereses creados. Todo se reduce a dinero en cualquiera de sus formas. Tierra, petróleo, riquezas sin explotar... cualquier cosa. Es una realidad aterradora.

    Gracias por tu sentido comentario, amigo.

    Un abrazo.

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  9. La desesperación y el dolor pocas palabras necesita. Las banderas blancas acostumbran a ser trapos y tu relato muy bien lo plasma. Gracias por tu visita a mi blog

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  10. Isabel, gracias a ti por pasarte.
    Es verdad que la desesperacion y dolor necesitan de muy pocas palabras para calar hondo. Me alegro que te hayan llegado.

    Un abrazo.

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  11. Luisa, he leido hace poco en voz de un brigadista mejicano que vino a defender a la República en nuestra guerra civil, que el ser humano fabrica guerras porque en sí mismo es cruel con sus iguales. Vamos, que las guerras siempre existirán por naturaleza humana propiamente.
    Y puede que sea así. no hay más que ver los conflictos que amenazan el planeta por los cuatro costados.
    Relatos como el tuyo muestran esos hechos y consiguen remover, alertar, denunciar y hacer pensar que siempre hay víctimas inocentes que padecen las atrocidades de sus mayores.
    Un abrazo de mos desde su orilla.

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  12. Habría mucho qué hablar respecto a eso, Mos. Tanto que daría para un ensayo sobre la capacidad de destrucción del hombre. Yo me dejo convencer por lo que decía Eric From, que a groso modo venia a ser: hay dos clases de caracteres: los productivos y los necrófilos. Imagina cual es el dominante. Imagino que sería a esto a lo que se refería el brigadista mejicano.

    Un beso muy fuerte, compi.

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  13. Un bello relato para un tema muy triste. Los niños y las mujeres son los "daños más colaterales" de todas las guerras de todos los conflictos.

    Antes defendía que el hombre era bueno por naturaleza, que las circustancias o la locura lo hacía malvado, pero ya no creo en eso, he visto la violencia y la humillación hasta para echarse unas risas. Irak, los Balcanes, Palestina, Ciudad Juárez, Colombia, Ruanda, el Congo...


    Las guerras me parecen estúpidas, no veo nada heróico ni siquiera práctico en ellas.

    A veces me pregunto qué será de esos niños, como el de tu relato, que han sido testigos de tanto odio y de tanto horror.

    Un abrazo, Luisa,

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  14. Hola, Tesa.
    Yo también me hice esa misma pregunta y por eso escribí este micro. Los “efectos colaterales” son una onda expansiva que abarca toda una vida destrozada, y eso contando con el país donde se desarrolle tenga los medios necesarios para ayudar a estos niños, si encima le sumamos la falta de medios antes y después del conflicto, el daño adquiere tal magnitud que no hay palabras para definirlo. De cualquier modo, sólo necesitamos mirarnos a nosotros mismos. Nuestra última guerra partió España en dos y todavía estamos intentando unir los pedazos.

    Un beso.

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