Ayer adiviné en tus ojos.
Vi en tu pupila menguante
las aguas extrañas en las
que nadan las dudas a estilo mariposa,
y no quise mojarme.
El amor hace rehenes imposibles.
Creí ver tras tu sonrisa
la sombra de otros labios jugando al escondite.
Tus manos, tentáculos de pulpo,
buscaban un refugio en el hueco
de mis senos.
Trepadoras y voraces, escalaron
mi monte de Venus
con patas de animal domesticado.
Se quebró el instante.
Mi piel no quiso tatuarse
ninguno de tus besos
ni mis poros respirar tu aroma canalla.
La duda estorba,
contrae músculos, agarrota terciopelos
y perjudica los orgasmos.
El amor hace rehenes imposibles.
Trasnocha la pereza entre mis muslos
y cree vivir una aventura
donde sólo quedan ya cenizas.
Un polvo mañanero
que me sacudo sin ningún
complejo de culpa mientras bostezo.
Copyright: Luisa Fernández
Foto extraída de Internet
La duda es lo que mata al amor, yo prefiero que me digan la verdad para poder decidir por mí mismo y NO que mi pareja decida por mí, pero generalmente siempre tratan de quedarse con los dos o los tres o varios según sea el caso. Bonito poema pero que a mí me trae recuerdos nada gratos.
ResponderEliminarDrac, siento que te traiga malos recuerdos, pero piensa que todos hemos pasado alguna vez por un desengaño. Y como bien dices tú, mejor desengañarse a tiempo que no vivir esclavos de un amor sin futuro. El amor, la mayoría de las veces, hiere. Siempre habrá alguien esperándonos al que le parezcamos maravillosos. Solo hay que encontrarlo.
ResponderEliminarUn beso fuerte, amigo. Y mucho ánimo.
Joder Luisa, le das a todo y todo lo haces bien: Portadas, diseño, relatos, poemas... Te envidio.
ResponderEliminarBesazo
Lo mejor que puede pasar a un escritor es que le digan que lo hace bien, si encima es compañero de letras; es el mejor de los halagos posibles, y si además es alguien como tú, Pepe, es ya… la leche. Porque tú no te quedas corto. A tu buen hacer hay que añadirle los guiones. Yo estoy aprendiendo de ti. No tenía ni idea de cómo era uno hasta que has colgado en tu blog “El Guardián de tus sueños” por capítulos. Y estoy enganchada.
ResponderEliminarUn besazo.
En el poema, el amor va declinando verso a verso y en la estrofa final se desgrarra y muere...
ResponderEliminarLuisa es un poema magnifico, de los que llegan duelen y traspasan...
Besos
Viniendo de ti no podría sentirme mas halagada, Trini. Y en efecto es así como tú muy bien has explicado. Es una enumeración del tránsito por el que deambula un amor que tenía los días contados. Las dudas, a veces, son el aviso de las certezas.
ResponderEliminarGracias por tus palabras.
Un beso fuerte.
Bueno , ese poema es muy elocuente, cuando es ya no es que no... se acabó, es una lástima y a veces ese ya no es hasta el final , eso ya joroba más .)
ResponderEliminarUn abrazo
El amor trae consigo toda clase de líos y nuestras acciones son a veces confusas. Lo que ahora es sí, mañana puede ser no. Así somos, una montaña rusa de sensaciones.
ResponderEliminarGracias por pasar por aquí. Sé bienvenida.
Un abrazo para ti también.
La duda enfría el amor y, como tú bien dices( me encanta este verso), el amor hace rehenes imposibles. Nadie tiene atado y bien atado el amor; no hay seguro que lo cubra ni garantía de por vida.
ResponderEliminarMe gustan estos versos directos, algo transgresores, sinceros, reales, cotidianos y de la vida misma.
Hay quien todavía duda de tu potencial pero todo llegará. A mí los versos, tus versos, me parecen grandiosos, de calidad, "luisianos 100%". No hay que irse muy lejos, ni buscar no sé qué antologías poéticas, ni autores de culto, ¿qué culto?, para gozar y sentir de buena poesía.
Daros una vuelta por la poesía de Luisa Fernández y, si sois sinceros, veréis y reconoceréis lo que es bueno. Se acabó.
Se nota que te quiero, verdad?
Un abrazo de Mos desde mi orilla.
Se nota un poquito, sí. Bueno, el afecto es mutuo.
ResponderEliminarSé a lo que te refieres perfectamente. A ti te gusta la poesía directa, sin tapujos, pero que guarde un poco la compostura, pero sin palabras gratuitas, y que no le dejen a uno con esa sensación pastosa de no haber comprendido del todo o nada lo que quería transmitir el poeta. Tú ya sabes que lo críptico me lo quedo para mí, porque nadie sería capaz de descifrar mis jeroglíficos y eso no tiene caso. Esas son mías y sólo yo sé a quién van dirigidas: a mí misma.
Un besazo, Mos, compañero de fatigas.
Magnifico poema, la duda no solo mata el amor sino que lo entierra sin funeral previo.
ResponderEliminarBesos
Me ha gustado tu definición: sin funeral previo, pues es una manera bastante acertada de verlo. A veces el amor vive agonizante y no hay resucitación pasible.
ResponderEliminarUn beso muy fuerte, Ana.