16 de febrero de 2010

EL POETA



El poeta tenía varias plumas sobre su escritorio. Usaba una de pavo real para componer odas a la naturaleza. Otra de águila para los poemas épicos, y una de paloma para los versos que hablaban de libertad. Un día, paseando por los aledaños del cementerio, encontró una que no supo identificar. Al utilizarla, descubrió que todo lo que salía de aquella pluma daba miedo.





Copyright: Luisa Fernández


Foto extraída de Internet.


16 comentarios:

  1. Esa pluma debió ser negra, la del cuervo de Poe el poeta maldito. Un gran abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Con toda seguridad, Drac.
    Muchas gracias por tu acertada visión.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. estoy con dra, luisa, breve pero intenso. un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Pero escribía, no?
    A veces es lo que importa, aunque bien mirado, quizá hizo un pacto con el diablo y este le cedió su pluma.
    Puestos a imaginar...

    Besos

    ResponderEliminar
  5. Así son los micros. Cuatro cositas y son muchas las imágenes que puede llegar a evocar.

    Un beso, Voltios.

    ResponderEliminar
  6. Ya sabes como es la imaginación, hay para todos los gustos. A saber a quién pertenecía la pluma...

    Un besazo, Trini.

    ResponderEliminar
  7. Daba miedo lo que salía, pero aún así seguía escribiendo. La curiosidad siempre a flor de piel.
    Besazos.

    ResponderEliminar
  8. Resu, si no fuese por la gran curiosidad que tenemos jamás nos habríamos atrevido a nada. Pueden advertirte de algo, pero hasta que no lo comprobamos por nosotros mismos... y aún así.

    Un besazo, compi.

    ResponderEliminar
  9. De quien seria esa pluma?.
    Un beso Luisa

    ResponderEliminar
  10. Menos de un loro... je, je, je

    Gracias por pasarte por aquí, Josefina.

    Un requetebeso.

    ResponderEliminar
  11. De miedo también escribe el poeta.
    Pues eso, que de este micro me gusta hasta la foto que acompaña.
    Buen micro, compi.
    Un abrazo de Mos desde la orilla.

    ResponderEliminar
  12. Gracias, Mos.
    Ya sabes que soy una gran aficionada a los micros y por supuesto, a todo lo incomprensible y fantástico.

    Un besazo.

    ResponderEliminar
  13. Los micro son todo un reto: conseguir transmitir con apenas unas frases. Son un gran ejercicio muy recomendable para cualquier escritor.
    Y tú lo bordas, Luisa. Creo que todos tenemos una pluma para cada tipo de historia que escribimos (una pluma imaginaria, se entiende), aunque algunos nos decantemos más por unas que por otras. A veces incluso las combinamos.
    Un abrazo!!

    ResponderEliminar
  14. Gracias por pasarte por aquí Javier. Has cogido perfectamente la esencia del micro. Las plumas son un simbolismo. Nosotros somos muchos en uno, y a veces las historias nos eligen.

    Un abrazo, y que sigas trabajando duro como estás haciendo hasta ahora. El trabajo trae su recompensa y tú estás viendo ya los frutos.

    ResponderEliminar
  15. Hola, Luisa, también he pensado en un cuervo.

    A mí me da más yu-yu la sangre de la foto que los cementerios. Nunca he sido miedosa, pero no puedo con las visceras, los liqudillos y me pone de los nervios los gritos de las películas de miedo.

    Tienes talento para los micro relatos...,que tontería digo, tienes talento y punto,

    Un abrazo,

    ResponderEliminar
  16. Gracias por tus palabras, Tesa.
    Yo tampoco soy de mucha sangre, pero no me inquieta en la literatura. Soy una médico frustrada. La realidad es muy distinta. Si tengo que atender alguna herida, me arrugo. Soy como esa serie de Doctor Mateo. Sin embargo, puedo escribir lo que sea que no me entra ni frío ni calor.

    Un besazo.

    ResponderEliminar