El 17 de diciembre de 2005 nació Iron, un pastor alemán de pelo largo (negro y fuego). Y lo hizo en una localidad muy cercana a la mía; El Álamo. No sería hasta un mes y medio después, cuando llegó a casa.
Su llegada es uno de esos recuerdos que sé que me acompañarán toda la vida. Lo primero que pensé cuando le vi, fue lo precioso que era. Parecía un lobo negro. Inmediatamente nuestras miradas se cruzaron. Sus ojos eran grises, con esa nube opaca que tienen cuando todavía toman leche materna. Era desafiante, pero en ella había encerrada temor y el justo recelo frente a la nueva familia de dos piernas que le esperaba. Ese miedo le duró unos días. Después, Imagino que por instinto, me seguía a todas partes. Y era endiabladamente listo; sabía que me había robado el corazón desde el mismo instante en el que leí en sus ojos, que su alma era tan antigua como la mía.
Los que me conocen saben que Iron es muy importante para mí. Es mi “muso”, la inspiración de algunos de mis relatos, entre ellos “Telepatía” (o el perro telépata, como suelo llamarlo), el cual me publicaron en la revista “Al Otro Lado del Espejo, nº 0” y que me ha dado muchas alegrías. También me inspiré en él para dar vida a uno de los personajes principales de mi primera novela de género fantástico y al que llamé Estanislao, una subespecie de corazón tan noble como su linaje y que tiene el poder de la telepatía.
¿Cuatro años ya?
ResponderEliminarCómo pasa el tiempo.
Un beso, Luisa y una caricia en el morro a Iron
Baco, el tiempo es un traidor que nos roba los mejores instantes, querido. Menos mal que tenemos memoria, y me temo que hasta eso nos afana más tarde o más temprano.
ResponderEliminarUn lametón de parte de Iron y un beso mío.
Pues, felicidades dobles a Iron: por su cumpleaños y por tenerte como dueña.
ResponderEliminarEs precioso
Besos
Maravilloso Iron. Y tu escrito me ha gustado mucho, me ha hacho entender la complicidad que tenéis los dos.
ResponderEliminarTe deseo Felices fiestas.
Un abrazo
Gacias, Trini, resalá. En esto de los perros pasa como con los hijos. Los nuestros son los más guapos.
ResponderEliminarUn besazo.
Quienes aman a los animales entienden perfectamente esa complicidad, Josefina. Tú alimentas a los gatos que no tienen hogar, y eso tiene mucho mérito y habla muy bien de la gran persona que eres.
ResponderEliminarFelices Fiestas y un abrazo.
oye que pasada de amigo, que monada, yo quiero conocerlo, abrazos luisa.
ResponderEliminarVoltios, seguro que te gustaría. Iron fue entrenado por un policía que adiestra a los perros del cuerpo. Creo que era de Pinto. Me dijo que Iron sería un buen perro policía, sobre todo para el rastreo de droga y personas desaparecidas.
ResponderEliminarUn saludo.
Está claro que Iron tiene la mejor de las dueñas. Y encima él te sirve de "muso". Buen rollito entre los dos.
ResponderEliminarSólo los que hemos tenido, o tenemos, alguna mascota en casa, sabemos el grado de complicidad y lo que compensan los animales.
Feliz cumpleaños Iron. Que Luisa se porte contigo.
Un abrazo de Mos desde la orilla.
Gracias, Mos. Tu "Puski" te dio muchas alegrías. Es una pena que nuestros amigos peludos nos abandonen. Se siente en el alma su ausencia. Pero ahora tienes a Boris. Él, seguro que intentará mitigar tu nostalgia. Y en eso pasa como con los niños, cuando no son tuyos se les mima con mayor libertad.
ResponderEliminarUn besazo.
Felicidades para Iron por cumplir años y por tener una familia tan especial. El amor se reparte por igual, sin distinciones, es muy hermoso compartir este sentimiento con alguien que te aporta tanto. Está muy guapo. Se lo van a rifar las pivitas del barrio.
ResponderEliminarBesos miles. Resu
Gracias, Resu, de parte de Iron. Todavía recuerdo cuando era un cachorro y venías a casa. Te recibía con tanto entusiasmo que te sacaba los hilos del jersey con las pezuñas. Como era tan grande... bueno, todavía sigue recibiéndote así, pero ahora es algo más comedido.
ResponderEliminarUn beso muy fuerte.
¡Qué bonito es Iron, Luisa, enhorabuena!
ResponderEliminarEntiendo perfectamente que te "enamoraras" de él con su primera mirada... En efecto,tiene ojos de telépata, je,je, je...
Un abrazo.
Mar.
Hola, Mar.
ResponderEliminarLa verdad es que sólo las personas que sentimos un amor especial hacia los perros, vemos en ellos algo más que bolas de peluche que ladran.
Me alegro de compartir contigo este cariño.
Un abrazo.