24 de abril de 2012

Tentaciones (veintiuna)



Hacía tiempo que no colgaba algún poema mío. Hoy tengo ganas de gritar. Creo que será mejor que me desahogue así, no es plan de asustar a los vecinos. Me siento como una vieja loba aullándole a una luna absolutista. Odio odiar (a los dentistas, pero sobre todo a la pasividad, las esperas... oh, las dulces, dulces esperas…).


 Ciclo 

Abro los ojos a un amanecer que despunta con la fuerza de un recién parido. La luz escuece ya como el primer azote recibido. Tiene la voz de los pájaros que anidan en mi alero, el doloroso trinar de una vida que me deja sorda y ciega. 

El día trae consigo la misma miseria, la misma desazón en las venas, la misma canción, el mismo perro. El ladrido agónico que yace en un rincón, presa de caricias paliativas. Su grito lleva clavado el miedo y tiembla como un velo primerizo.

Veo crecer la hierba bajo sus pies de plomo.
Y sí, una vez más, lo veré morir. Igual que ayer, igual que siempre.  


® Luisa Ferro




Veintiuna Tentaciones

Cuerpo esclavo, amante, extraño…
Soy el curso de tu tiempo,
tu atadero, tu culpa,
la muda sombra que te sigue;
la cerrazón, el miedo, la cobardía.
Soy esa mano ciega
que sujeta tu garganta sin dejar pasar el aire.
Soy la cruz clavada de tus horas,
el estigma que ha cruzado la línea y se hace carne
para engendrar la miseria del alma
en esta madrugada en blanco.
Tibia piel, dulce tentación, trémulo deseo
que se hace pecado entre las piernas
y palpita devorando amantes. 


® Luisa Ferro

14 comentarios:

  1. Un placer leer unos fragmentos de tu inmensa inspiración Luisa.

    Besos.

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  2. Un placer leerlos y releerlos hasta coger el compás, marcar el ritmo, tocar las notas y respetar los silencios..

    Un beso Luisa

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  3. El placer es mío al poder compartir con vosotros estos pobres versos, Josef.

    Un abrazo muy fuerte.

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  4. Gemelas, me encanta que los hayáis saboreado. El mensaje es negro, pero encierran en esos silencios, en los ritmos y notas, un atisbo, efímero tal vez, de esperanza. Con cada amanecer la hay. A lo mejor un día la luz no escuece tanto y puede que esa voz en segunda pueda abrir los ojos y sentir ese día como algo distinto.

    Un par de besos muy fuertes.

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  5. Yo también los he disfrutado leyéndolos, Luisa.
    Me gusta esta Luisa intimista que suelta sensaciones y momentos entre los versos. La poesía sirve también para eso.
    Nos vemos el viernes?

    Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.

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  6. Me alegro, Mos.

    Para escribir poesía tengo que tener un determinado talante. Es así cuando muestro a los demás parte de mi yo más profundo. Por eso me prodigo poco. Tal vez porque es demasiado intimista, demasiado oscura. Es la reacción de mi yo interior ante lo que me rodea. El panorama es realmente oscuro y me asquea la sinrazón. No me gusta ser una cifra dentro de la deuda. Todo no vale. No me gusta que me hipotequen el futuro mientras otros estas exentos de responsabilidades y sólo piensan en aumentar su bolsa. La bolsa o la vida, Mos. Qué asco. No hemos evolucionado.

    Creo que sí nos veremos el viernes.

    Un beso muy fuerte, compi.

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  7. Hola, Luisilla :)

    Oye, me da un poco de palo decirte eso de "viva la madre que parió a tu tristeza, nena..." Quiero decir que es una putada (a mi me pasa lo mismo, ídem, ídem...) que tengamos que tener el alma herida y el ánimo compungido para escribir tan bella lírica o para parir unos versos que me han quitado el hipo, de verdad... No conocía tu faceta de poetisa, pero eres la caña, maja...

    Las esperas "desesperan", Luisa, y quién se halla al otro lado, se olvida de las suyas propias y despliega un juego perverso con el egocentrismo de su petulancia... Sí, la vida es un ciclo agónico, muchas veces... Y la sinrazón también me asquea...

    Besos de estrella de mar ;)

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  8. Mar, yo escribo poesía desde pequeñita. Mis comienzos en la literatura fueron los versos. Mi hermana mayor es poeta y una tía materna también. Creo que me viene de ahí, jajaja. Siempre rodeada de versos y de los libros de mi padre, ávido lector. Creo que conocí a Bécquer antes que al pato Donald. ;) Eso tiene que marcar a la fuerza, jajaja. Aunque sí que es verdad que no suelo mostrar mi poesía. Sólo en contadas ocasiones.

    Pues sí, estoy quemada. Sólo hay una espera dulce, la que se tiene cuando va a llegar un hijo. Todas las demás son tensas, insustanciales, ilógicas a veces… Es a estas últimas a las que me refiero. Esperar algo que tu corazón sabe, lo que tu alma te grita como cierto, y a pesar de ello no llega. Es duro para mí, sobre todo cuando ya voy en la reserva de la paciencia. Tengo bufandas hechas de paciencia, tengo gorros, tengo jerséis… Todos los gatos del barrio tienen botitas hechas de paciencia. ¡A la mierda la paciencia! Ya le va tocando a otra tricotar, coño. ¡Estoy cabreada, ea! En fin, que me pierdo…

    Un beso muy fuerte, guapetona.

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  9. Un ciclo gris que le cuesta tornar a otro color; ánimo, los días de luz están al llegar, no desesperes; ya sé que tu paciencia está al límite, pero siempre queda algo por lo alzarse y seguir. Tu estás hecha de escamas duras y resistentes a los tiempos difíciles, y como buena camaleona, siempre puedes cambiar de camuflaje.

    El lastre es duro de llevar y más cuando no en todo tiempo fue así, es lo que toca ahora.

    Besos miles y miles de abrazos fuertes donde aferrarte.

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  10. Esta camaleona está que muerde, Resu, jajajaja. Sí, es verdad que tengo las escamas duras (son espolones ya) y que desesperarme no va a llevarme a ningún sitio. Lo sé. Aun así, apelar a algún diosecillo benéfico (admitimos también halo, efluvio, viento, duende, hada…), por pequeño que sea, no es tan descabellado. Creo que están todos en el paro, y convocarlos no será difícil; lo chungo será que trabajen gratis, jajaja. El amor al arte no da de comer, me temo.

    En fin, querida mía, que no me queda otra que la paciencia, la “dulce” espera. Lo peor es sobrellevar las consecuencias. Una se hace muuuuchas preguntas. Y sí, tooodo está muy mal. Ya lo sé. ¡Grrrr! Mi fuerte no es la suerte, mi fuerte es el pulso a la vida. También lo sé.

    Veo esos abrazos y envido con un órdago a la grande con cuatro besos bien dados. Gracias por los ánimos.

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  11. Un poema impecable. Imponente bajo el influjo de tu fértil imaginación, de tu poderosa pluma. Es siempre un placer, el leerte. Un abrazo.

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  12. Gracias, Lola.

    El placer es poderlo compartir con todos vosotros.

    Un beso.

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  13. Me encanta tus textos, Luisa.

    Esas veintiuna tentaciones en versos sensuales y apasionados...Y el amanecer visto con los ojos del desvelo que produce la espera de un cambio que nos estimule, los miedos que nos angustian o los ciclos que no se acaban de cerrar y no desembocan...

    ... ¿Sabias que los poetas griegos sólo loaban al amanecer, al alba, al despertar...? hasta que el romano Virgilio con otros de su panda empezaron a fijarse en el ocaso y los atardeceres...

    Como soy vagotónica, soy más de atardeceres.

    Un beso grandote.

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  14. Muchas gracias, Tesa.

    Ya sabes que tu opinión es muy importante para mí.
    Los estados de ánimo son los causantes de estos versos míos. Somos como las corrientes, tanto el aire como el agua fluyen a veces de lo más profundo. Y sí, hay veces que logran salir a la superficie.

    Ay, los griegos... Cuánto sabían.

    Yo también soy de atardeceres, de otoños, de lluvia y del calor acogedor de unos buenos leños.

    Otro beso igual de grandote para ti.

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