En estos días en los que las prisas y el consumismo rigen nuestras vidas y no queda tiempo ni para respirar hondo con tanto preparativo, hacer un hueco para felicitaros a todos se hacía ineludible. El año pasado recibí algunas felicitaciones por correo electrónico. Este, he sido mala. Papá Noel me tiene en la lista negra y ha dado el chivatazo por ahí y mi correo está más vacío que el bolsillo de los españoles, o puede ser que el Espíritu Navideño se haya ido de farra y tenga todavía una cogorza del quince; incapaz el borrachuzo de encontrar el número de mi calle. Sea pues. Con Espíritu o sin él os deseo una Buena Noche. No le deis demasiado al tintorro ni os pongáis de comida hasta las trancas, que luego viene el tío Paco con las rebajas (y ese sí que no se olvidaba nunca de las direcciones).
Bueno, majetes, no todo iba a ser pandereta, fanfarria y petardos, aquí os regalo una de mis últimas poesías para dar unos minutos, entre copa y marisco, a la reflexión. Siempre hay una invitada no deseada a la mesa.
DIARIO DE UNA SONÁMBULA DE NUBES
Le cuento a las paredes mis quejas.
Son oídos de barro que amortiguan las súplicas
bajo capas y capas de cemento.
Las palmas de mis manos sienten su frío,
me trasmiten con violencia el vacío, la soledad,
el aislamiento de enfermedad terminal
que germina a espaldas del tiempo.
El aire se infecta con cada latido
y coagula corazones de escarcha en el papel pintado.
Mis labios besan su dibujo
como una creyente los pies de un santo de piedra.
Ruego por mi vida.
Es Navidad y el gélido aliento del invierno
me ha arrancado la piel
dejándome desnuda frente al mundo.
Copyright: Luisa Fernández
Fotos extraídas de Internet.
Este poema sí que es estremecedor; ojalá que nadie pase por las siuaciones que menecionas, porque más desolador que la pobreza es la falta de amor.Un gran abrazo y Felices Fiestas!!!
ResponderEliminar¡Feliz Navidad, Luisa! ¡Abrazos!
ResponderEliminarPues mira ya me gusta que alguien diga lo que realmente le "pica".
ResponderEliminarY no, no te diré Feliz navidad (en letra pequeña)
Te deseo lo mejor, pero no este solsticio, todos los solsticios de tu vida.
..... Y si tienes pareces para dirigir tus quejas ¿ no crees que eres afortunada?Yo creo que si lo eres. Un beso , un abrazo .....
Y que lo digas, Drac.
ResponderEliminarEl amor, en cualquiera de sus facetas, nos mantiene a salvo de cualquier Navidad.
Felices fiestas, amigo.
Un beso.
Igualmente, Susana.
ResponderEliminarPásalo bien y disfruta de las buenas viandas gallegas.
Un besazo.
Soy afortunada. Otros solo pueden llorarle a la luna y al cielo con las manos desnudas.
ResponderEliminarQué decirte, Dríada, yo te deseo lo mismo a ti de corazón. Haces mucho bien desinteresado y eso sí que tiene mérito.
Muchos besos y abrazos.
El poema me ha dejado KO.
ResponderEliminarSolo desearte una feliz Navidad, mis mejores deseos para ti.
Un abrazo
Otro abrazo muy fuerte para ti, Reina, y mis mejores deseos para estos días que mal que bien, tenemos que pasar.
ResponderEliminarUn beso, majísima.
Mi querida y entrañable amiga Luisa
ResponderEliminarque tengas unas felices fiestas de navidad
y un prospero año nuevo en compañia de la
familia que todos tus deseos se hagan realidad
en este año venidero que papa noel te traiga
muchas cositas que te gusten y que te hagan ser
feliz con tu sonrisa de armonia que demuestre
la salud de tu alegria....
Un sincero y tierno abrazo
besos humildes forjados
de amistad compañera.....
Te deseo lo mejor en estas fechas tan entrañables, para quien las puede compartir.
ResponderEliminarUn abrazo Luisa, pero grandote
Más de un@ se siente así en estos días: desnud@s, en cueros, vací@s...
ResponderEliminarEl poema es magnifico y tu felicitación también.
Confieso que este año me he limitado a devolver felicitaciones, tanto virtuales como de proximidades. No tenía ganas de nada y a pocos he felicitado, ya te digo, sólo me he limitado a devolver el saludo.
Me digo, si yo siempre, en todo tiempo, deseo el bien para los demás, por qué me veo obligada ahora, en estos días, a re-desearlo?
En fin, que puede que haya sido vagancia o desidia o demasiado peso entre las sienes o en el alma, pero estas navidades me he mostrado muy descortés con los amigos. Espero me perdonen:)Y me temo que a más gente le ha pasado algo parecido, de ahí el vacío en tu bandeja de entrada:):)
Besos Luisa. Y hoy como ayer como en agosto, mis mejores deseos para ti y los tuyos.
¡Felices fiestas, Luisa! Un abrazo
ResponderEliminarQuerida amiga Luisa: El poema es soberbio, magistral y duro, muy duro pero real para muchas personas. Qué terribles deben ser las navidades (más que el resto del año) y sentirse así.
ResponderEliminarTenemos mucha suerte de tener gente alrededor que nos quiere, la familia (con sus defectos y disparidades), los amigos y poder contarlo sin tapujos y con intercambio de opiniones y puntos de vista.
En fin, las navidades de ahora son sinónimo de compras, de comida hasta el culo, de llamadas, de abrazos y regalos casi obligatorios. Es lo que hay y demos gracias.
Lo del correo puede que sea por ser un poco chica mala :),:). De todas formas los que tenemos la suerte de poder llamarte o verte para darte un achuchón, lo tenemos fácil para desearte lo mejor. El 2011 va a ser la caña, Luisa. (Lo digo por ti).
De todas formas, aquí va mi abrazo sincero que te mando pensando en ti y recordando con mi mente todo lo bueno que tienes como persona. Ahí va:
Un abrazo grandote de Mos desde su orilla.
En estas fiestas tan entrañables, con mis mejores deseos de ilusión, paz y felicidad.
ResponderEliminar¡¡FELIZ NAVIDAD!!
Un abrazo
Jose te deseo lo mismo, amigo. Papá Noel te tiene apuntado en su lista con letras mayúsculas. Has sido bueno, estoy segura y vendrá cargado de regalos.
ResponderEliminarUn beso muy fuerte y que para ti sea Navidad todos los días del año, compañero.
Igualmente Josefina.
ResponderEliminarPásalo bien con los tuyos. Espero que tu hombro esté mejor.
Muchos besos.
Trini, este año, por desgracia, has tenido que enfrentarte a situaciones difíciles que a cualquiera de nosotros nos hubiesen noqueado. Eres una mujer valiente donde las haya y tienes un fortaleza que más quisiéramos muchos. Yo también me he sentido un poco indiferente a la Navidad, cada año que pasa más. Y veo que a muchos de los que me rodean (virtual y realmente) les ha pasado lo mismo. Será que cada vez es más difícil ponerse la venda de espumillón en los ojos.
ResponderEliminarTe deseo lo mejor, Reina. Salud y amor para ti, amiga.
Igualmente, Pilar.
ResponderEliminarDisfruta lo que puedas de estos días.
Un abrazo muy fuerte.
Querido Mos: recibo ese abrazo de oso tuyo con todo mi cariño. Si alguien está ahí para dármelo a menudo eres tú, amigo. Lo de mi felicitación navideña no es un reproche hacia los amigos y conocidos, es solo un apunte del poco espíritu navideño que tenemos en general. Tal vez haya sido mi escasa fe en el festejo lo que haya promovido. La Nochevieja es otro cantar. Esa sí la celebramos todos a lo grande porque nada tiene que ver con la Navidad, aunque la relacionemos inevitablemente.
ResponderEliminarY bueno, aquí seguiremos un año más esperando que el trabajo fructifique. Si el 11 es el número de mi vida está por ver. Yo seguiré machacando, que es el único modo de seguir e intentaré que la “meta” no me impida disfrutar de lo que hago.
Un besazo, compi. Seguiremos justos otro año más.
Lo mismo te deseo, Ricardo.
ResponderEliminarPásalo bien con los tuyos.
Un gran abrazo.
Este poema te deja helado. Qué imágenes tan profundas, ya desde el título se adivina el frío.
ResponderEliminarUn beso
Gracias, Ada.
ResponderEliminarUna puede estar rodeada de personas y sentirse así de sola por dentro. Creo que cada vez somos más los extraños en el paraíso.
Un beso de vuelta.
Un combate entre tú y la pared de cemento.
ResponderEliminarSi llego a saber que tienes el correo vacío, corro a felicitarte.
Espero que no sea tarde. Aprovecho también para felicitar el año nuevo y leer tu último relato.
Besitos y mucha paz
Nunca es tarde, Carlota.
ResponderEliminarSí, últimamente tengo muchos combates con los ladrillos. En el fondo creo que son los únicos que me escuchan; ellos y el pobre Iron, que como no habla no puede quejarse.
Un beso muy fuerte y feliz año a ti también.