13 de febrero de 2010

TRES VERSIONES






UNA MUJER



Soy un extraño animal que pernocta en espacios anónimos a las que les busco nombre. Hago colección de estrellas y las guardo en recónditos cajones que luego olvido. Acojo corazones perdidos y me los cuelgo del cuello con cintas de colores. Bordo los vacíos con puntadas de luz. Les hago zapatitos a los ángeles y les aliso el cielo para que puedan correr. Atrapo sueños y los cuelgo de los pomos de las puertas.



ENAMORADA



Cuando el amor llama a tu corazón, sólo puedes hacer tres cosas: vendarte los ojos; caminar sobre la cuerda floja, y esperar que debajo hayan colocado una red. Pasas a formar parte del mundo de los Funambulitas. Creo que al final, todos esperamos el último aplauso al llegar al otro lado de la cuerda. No sé si os habréis dado cuenta, pero las calles están llenas de paraguas abiertos.




ANTE UNA RUPTURA



Cuando algo se quiebra, el espacio-tiempo se altera y sólo te queda esperar a que pase la tormenta de sentimientos que te embarga. Refugiarte en los aleros de tejados amigos a que escampe, y que pase, que pase el tiempo y puedas tejer una cota de malla y colocártela cuanto antes. Es entonces cuando te das cuenta que a tu alrededor hay más de uno que lleva la armadura como Prê-à-Porter. Y te dices: “mira; otro”.




EN EL FUNERAL DEL AMOR



“Le funeral de l´amour”me susurraste.

Y tus palabras sonaron eternas, amortiguadas

por la música.

Sonaron a magia gateando por mis muslos.

“C’est la vie” ronroneaste.

Y el terciopelo de tu voz escaló por mi cuello

deshaciéndose en delicados mordiscos de pasión.

“C’est fini, ma cherrie, c’est fini” dijiste.

No entendí nada, pero sonó perfecto.

Cerré mis ojos.

Y fue entonces cuando te fuiste.

Ahora, soy pobre y por eso pido.

No sé leer en renglones torcidos, ni

a Dios exijo un canon por daños y perjuicios.

Ahora, me coloco crampones para escalar

corazones de hielo. Chalecos de plomo

para no recibir más metralla en el alma

y llevo siempre conmigo, un traductor

de promesas falsas.



Copyright: Luisa Fernández


Foto extraída de Internet.


14 comentarios:

  1. INCREIBLE, i n c r e i b l e, a tus pies, que tres escenas más distintas y más enlazadas entre sí, luisa, muy muy bueno. me lo llevaré a mi blog en breve.

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  2. Yo no voy a decir nada, no. Es que me parecen tan sublimes estas definiciones que sólo me queda, y así quiero, leerlas y saborearlas, retenerlas e imaginarlas para, después de nuevo, repetirme que son sublimes.

    Luisa, sigue bordando puntadas de luz a los vacíos,; que tu paraguas no caiga al suelo; que en tus sentimientos aparezcan pocas tormentas, si acaso algún chaparrón de poco pelo y que el traductor recoja sólo promesas verdaderas.

    Porque tú lo vales. Ea!

    Un abrazo de Mos desde la orilla.

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  3. Muchas gracias, Voltios.
    Me alegro que te hayan gustado.

    Un besazo.

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  4. Saboréalas, Mos. Sé que eres de los que gustas de bocados pequeños, pero apetitosos.
    Creo que tengo de todo; armadura, paraguas, traductor... y un montón de buenos amigos en los que cobijarme.

    Un besazo, compi.

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  5. Ufff Luisa, como te esplicas de bien y el poema final una gozada.
    Un beso

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  6. Josefina, en estos tiempos que corren hay que ser alpinista para escalar por las cumbres escabrosas del amor. Pero a veces, también hay montañitas suaves y acogedoras.

    Un beso.

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  7. Bien, muy bien y el del final me ha dejado anonadada por lo bueno. Quien no lleva un chaleco en el alma?
    Besos

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  8. Impresionada me dejas, aunque ya me tienes acostumbrada a estas PERLAS. Pero, aún así, impresionada quedo y, por supuesto, agradecida de que nos dones tanta belleza.

    Besos

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  9. Hola, Ana. El chaleco debe ser reversible. Ya sabes, cuando te convenga le das la vuelta. Que nunca hay que dejar pasar una oportunidad, porque hay veces que merece la pena.

    Un besazo, guapa.

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  10. Gracias, Trini. Agradecida, yo. Que tengo la suerte de contar con vosotros que me regalais vuestras palabras y ánimo.

    Besos y versos, Reina.

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  11. Muy hermosos los tres textos y revelador el poema. Me apunto al chaleco reversible, siempre puede surgir lo inesperado y no hay que ser tajante con el amor.

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  12. Tú lo has dicho, no hay que ser tajante. Un día cualquiera se te rompen todos los malos esquemas que tenias sobre el amor y... te despiertas del sueño. Je,je,je.
    Hay que perdonar mi falta de fe. El amor se transforma demasiado con el tiempo, para mi gusto.

    Un besazo, compi. Nos vemos mañana en pintura.

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  13. Boquiabierta y gozosa me hallo ante tanta belleza.

    Me gusta mucho que alises el cielo para los ángeles con zapatos nuevos, los pomos adornados con nubes de sueño, y hacer de funambulista... y refugiarme en los aleros para ver como la lluvia lava los amores que no resistieron el paso del tiempo, ni supieron poner magia en la cotidianidad... No soy de corsés ni parapetos, prefiero dejar y que me dejen a no haber amado nunca.

    Me chifla el ritmo del poema que huele a café y a cruasán recien horneado y a paseo melácólico por cualquier puente de París.

    Buenísimo este post!

    Más besos, poeta

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  14. Muchas gracias, Tesa.

    Bueno, yo te veo así; sin corsés ni parapetos. Lo que tenga que venir que venga. Eres valiente. Yo me retraigo un poco con los sentimientos. Doy con cuidado y esquivo todo lo que me viene en cuanto me mosqueo. Claro que soy de las que le duele hasta una mala mirada y sufro, sufro mucho. Y como pienso que una no ha venido a estos lares para sufrir, intento poner remedio. Intento, que normalmente no lo consigo.

    Me alegra que te haya gustado. Tu opinión es muy importante para mí.

    Un besazo.

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