LAS FOSAS DE MIS MUERTOS
“Llueve sobre la tierra,
sobre la tierra; el olvido,
sobre el olvido; la vida
que pasa por encima de vosotros.”
El tiempo se detuvo en ese instante.
No hubo respuestas.
Tan sólo la precisión de la bala contra el pecho
o la cabeza.
Corazón y mente silenciados.
La tierra llora la sangre de mis muertos,
mientras se derrama el cemento
—como venas, arterias y esqueleto—,
sobre ese mismo barro mutilado.
La vida echó raíces.
Prosiguió caminando con pasos de futuro.
Bailando sobre un fango apretado de sueños,
de memorias, de semillas que nunca nacerán
sin el sustento de unos brazos.
Ahora, las caricias se entregan al vacío,
fotografías en blanco y negro,
con el rostro borrado de tantos besos.
La tinta de las cartas se deshace
en el papel cuarteado de los años.
—el cartero, murió de puro viejo,
perdido, de buscar direcciones—.
Dejaron su legado sin firmar:
el hueco de la cama, sus sillas, sus navajas,
aquellas botas viejas, sus cuadernos
de versos, sus dibujos. Y una lápida
en la crece un edificio de seis plantas,
que no entiende de nombres ni apellidos.
Copyright: Luisa Fernández
como manejas prosa y verso luisa, que jodía.
ResponderEliminarMuy bonito verso, querida Luisa.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Voltios, viniendo de ti es todo un cumplido.
ResponderEliminarUn beso.
Me alegro que te haya gustado Josefina.
ResponderEliminarUn beso muy fuerte.
Me gusta mucho.
ResponderEliminarbesazo
Gracias, Pepe. Este es mi humilde tributo a todos aquellos desaparecidos en las fosas comunes de la Guerra Civil, cuyos cuerpos sabe Dios dónde estarán.
ResponderEliminarUn beso.
Triste historia, más triste por la realidad que la acompaña.
ResponderEliminarBesos
Así es Ada. Cuánta tierra pisaremos sin saber quién reposa debajo. Yo lo pienso a menudo.
ResponderEliminarUn beso.
Y de aquí a un tiempo, ni memorias que recuerden quedarán, la vida se nos escapa a todos. Tan solo en los libros se hallarán los nombres más conocidos, de los demás, sólo en un cómputo de nacimientos.
ResponderEliminarEs una poesía que hiere en lo más hondo, preciosa.
Besos miles
Gracias, Resu.
ResponderEliminarEs triste pensar que hay familiares (y los que ya han muerto) sin saber dónde fueron enterrados sus seres queridos. Lo importante es que los que quedamos no nos olvidemos.
Un beso, compañera.
Que poema!!! impresionante, lástima que sea sobre una realidad que parece olvidada.
ResponderEliminarEnhorabuena por no olvidar.
Un abrazo.
Gracias por tus palabras, Ana. La memoria es una cadena cuyos eslabones somos todos. Al leer, se hacen más fuertes y serán difíciles de romper.
ResponderEliminarUn beso.
"La libreta de los versos"...Muchas veces pienso que eso es lo que más me dolería abandonar.
ResponderEliminarMagnifico poema, Luisa. Sin palabras me dejas. Enhorabuena
Besos
Trini, cada uno de nosotros nos identificamos con algún objeto. En tu caso, poeta pura, sería con tus versos. Aunque debes tener cientos de carpetas. Me consta que tu producción es mucha y buena.
ResponderEliminarUn beso.
Tristes versos por lo contundentes y realistas que son.
ResponderEliminarEl olvido está por encima de los edificios, de los parques, las cunetas y los barrancos. por eso y por mucho más es aconsejable ejercitar la memoria. La histórica y la otra, la de todos.
No podemos, no debemos, vivir sin memoria.
Poeta también, Luisa.
Un abrazo de Mos desde la orilla.
Tú lo has expresado perfectamente, Mos. Granos de arena componen la tierra. Unos pocos versos hacen menoria.
ResponderEliminarUn beso.