ANA PATRICIA MOYA
Desnudo integral
Miedo a desprender de este estuche de carne mi carácter de carámbano,
a someterme a las incomprensibles leyes generales del amor
cuando me encuentre un cepillo de dientes ajeno junto al mío,
a despedir a mi libertad de la que gozo sin condiciones
y a no conseguirla para identificar mis verdaderas raíces,
a no saber dónde situar mis pasos en un mundo de obstáculos,
a no hallar los sentidos de esta existencia que me encadenan aquí,
a no saber que es lo que hacen exactamente mis manos,
al mismo mundo donde habito y soporto la carga de heridas
cubiertas con tiritas de ilusiones, sueños y esperanzas.
Esta soy yo: una caja de temores, llenita de temores
con la única virtud de la paciencia, mi santa paciencia.
“Bocaditos de Realidad”, (Groenlandia, 2008)
De rodillas, delante de mi cama…
De niña, tenía una cruz dorada clavada
en la carne; ahora, mis oraciones salpicadas
de culpa se reflejan en un rosario con cuentas
de lágrimas. Conciencia sin limpiar. Pedazos
ásperos que murmuro para mis adentros,
pecados de mi insignificante existencia.
Antes había terror: debajo de la cama estaba Dios.
Pero Dios no está. Ya no hay ni bondades ni castigos.
Tampoco creo en los poetas, ni en los políticos,
ni en las putas promesas de amor eternas
ni tampoco en los hombres ni en las mujeres.
Mis plegarias, cantos de desilusión en la noche
cómplice de mis bajones, asoman en estas manos
la gran evidencia. Sólo creo en mi misma.
Porque es lo único que me queda.
(Poema inédito)
BRAGAS
Abro los ojos, perezosa. Me encuentro nuestras bragas encima de la mesita de noche, los sujetadores y el resto de la ropa tirada por el suelo de mi cuarto. A mi lado, está ella, durmiendo, respirando rítmicamente; me gusta mirarle cuando duerme, pero jamás lo confesaré. Me levanto, me pongo una bata y me voy a la cocina. A mi regreso a la habitación, con una taza en la mano, me la encuentro de píe, frotándose los ojos y estirándose. Yo me apoyo en la pared, la observo, en silencio, con curiosidad lujuriosa: es cierto que no tiene un cuerpo espectacular, pero para mis ojos es una mujer bellísima a pesar de su estatura, su barriguita y sus marcadas estrías. Sus imperfecciones me resultan de lo más erótico. Ella me gusta, y lo sabe; me sonríe y comienza, muy coqueta, a vestirse. Le ofrezco quedarse en la cama todo el día si quiere… ella dice no. Le invito a almorzar fuera con unos amigos… y rechaza la oferta… no sé por que me molesto en insistir con insinuaciones porque siempre obtengo un no por respuesta… pero bueno… la fuerza de la costumbre, quizás. Termina de arreglarse, le da un sorbito a mi café, me besa y prometemos vernos la noche del próximo sábado. Con el portazo de despedida, me siento en la cama. Aspiro fuerte por la nariz: su aroma se mezcla con el de la taza. Sí: es una egoísta. Va a lo que va. Sexo… todo es sexo. Estuvo claro desde el principio. A pesar de que llevamos acostándonos meses, somos desconocidas. El roce no hace el cariño, sino el placer. Ella se limita a abrirse de piernas y evitar abrir su corazón. Sí… es egoísta… muy egoísta… pero, pienso, que yo también soy egoísta por pretender quererla.
SOBRE LA AUTORA:
Ana Patricia Moya Rodríguez (Córdoba, 1982)
Estudió Relaciones Laborales y es Licenciada en Humanidades por la Universidad de Córdoba. Directora \ editora de Groenlandia, Revista de Literatura, Opinión y Arte en general. Ha publicado un poemario, titulado “Bocaditos de Realidad” (Groenlandia, 2008), así como un libro de relatos, “Cuentos de la Carne” (Groenlandia, 2009). Sus poemas y relatos han aparecido en diversos fanzines y revistas, impresas y digitales, de España e Hispanoamérica. Obtuvo un accésit en un Concurso de Relatos Internacional. Posee libros de poesía inéditos: “Material de Desecho” y “Píldoras de Papel”. Está empezado a escribir el próximo: “Yo soy lo que dicen mis manos”. Tiene novelas y libros de relatos, también inéditos. En breve, aparecerá en tres antologías literarias, dos de poesía, y otra de narrativa.
Foto extraída de Internet.
Me han impactado tanto los poemas como el relato. Me parecen magnificos y felicito a la autora por la hermosura de sus versos.
ResponderEliminarUn lujo
Besos
Reconozco que ha sido para mí un gran descubrimiento. Me ha parecido soberbio todo; en especial el relato "Bragas".
ResponderEliminarExtraordinario y desgarrador, sin adornos.
Un abrazo de Mos desde la orilla.
Me ha encantado, todo un descubrimiento para mí. Me he sentido reflejada en ese primer poema.
ResponderEliminarUn placer.
Besos para ti, Luisa.
Muchas gracias a todos en nombre de Ana Patricia. Seguro que estará encantada con las buenas críticas.
ResponderEliminarUn beso.
hola la periquilla, cuanto arte.
ResponderEliminarLa descubro y me descubro y te doy las gracias por hacer que me entere que hay poetas que escriben así, a lo "descarnado" sin florituras pero que saben ponerle belleza al verso.
ResponderEliminarUn abrazo, Luisa.
Gracias.
ResponderEliminarANA PATRICIA