24 de septiembre de 2011

Fragmento 28 de Pepe Pereza





Hoy he querido acercaros el relato de un compañero. A mí me ha encantado. Se llama Pepe Pereza http://pepepereza.blogspot.com/ y sigo muy de cerca su pista.

Fragmento 28

Salgo de casa. Necesito dejar atrás las neuras y el sentimiento de fracaso que envuelven las paredes del salón. Tomo el camino que bordea el río. Con suerte el aire frío de la noche me aclarará las ideas y revitalizará los pulmones. Observo la luna reflejada en las negras aguas que supuraban una sutil neblina, y a los árboles meciéndose a mi paso. Mi aliento me precede, se adelanta a mi zancada indicándome la dirección a seguir. Dos meses atrás, cuando caminé por esta misma vereda el croar de las ranas se fundía con los cantos de grillos y cigarras. Hoy la noche es silenciosa. Me fumaría un cigarro, pero por no sacar las manos de los bolsillos… Cada vez hace más frío. Gotas de rocío se condensan en las carcasas de las farolas, son lágrimas de oro que caen a mis pies. Oigo un batir de alas y levanto la cabeza para ver la majestuosa silueta de un búho buceando bajo las estrellas. Toda esa belleza esconde una mortal estrategia de caza. El depredador exhibiendo maestría, a la espera de que la presa quede subyugada por su embrujo. Finalmente me enciendo el cigarro y dejo que el humo y la nicotina se mezclen con el vapor de mis pulmones. El viento golpea las copas de los chopos al llegar a lo alto de la colina. Quiero apretar los dientes con fuerza, hacerlos rechinar, pero me conformo con un escalofrío cobarde. Paso por debajo del puente de hierro y de inmediato recuerdo cuando era un niño y cruzaba este mismo puente para acudir a las piscinas municipales. Amparado por la nostalgia del momento lanzo la colilla al suelo, con rabia, y la pisoteo como si fuera un gusano inmundo. Debes calmarte me repito. Es mejor calmarse. Me hago caso y continúo andando. Las piernas me pesan, avanzo hasta un banco próximo y dejo caer todo el peso de mi cuerpo sobre él. Debes aprender del búho, de su paciencia me digo. Él sabe lo que se hace. Lleva miles de generaciones haciendo lo mismo, por algo será. Aprende de él. Hazlo. Hay un sentimiento agrio que me revuelve el estomago, es un gato rabioso que trata de escapar trepando por mi tráquea. Aunque estoy abatido, hace demasiado frío para quedarse sentado. Me levanto y sigo andando. Al acercarme de nuevo al río, veo que la niebla es más espesa que antes, oculta la corriente creando otra por encima, más etérea y extraña. Dan ganas de sumergirse en ella, en vez de eso sigo caminando hacía unas estructuras artificiales, una especie de torres construidas para que las cigüeñas hagan sus nidos en las copas. Distingo a varias cigüeñas allá arriba. Finjo que sujeto una escopeta, apunto a una en concreto y… disparo. Aunque el ave sigue en su nido, yo me la imagino cayendo al suelo, muerta. Me dejo de pantomimas y tomo una de las sendas que se adentran en el parque. Arrastro los pies haciendo crepitar la grava, dejando dos líneas paralelas a mi espalda. Heridas en el camino, arañazos, quizá venas. Todo es confuso ahora. Ni siquiera el frío glacial consigue espabilarme. Miro la luna y echo de menos el sol de verano, de aquellos veranos cuando era niño y cruzaba el puente para ir a bañarme en las piscinas municipales. Entonces la vida tenía sentido, merecía la pena vivirla. Luna insensible, pareces el agujero de un desagüe, me das asco. Escupo hacía ella, pero la gravedad está de su parte. Maldita noche. Me gustaría calentarme pero la idea de volver a casa me crispa, allí me espera un folio en blanco, desafiante, una página virtual en el ordenador. Si al menos pudiera escribir una frase que diese lugar a otras. Pero soy incapaz de plasmar una sola palabra. Mejor seguir caminando. Cruzo los brazos sobre el pecho y me froto las manos por los hombros. Estoy aterido, necesito que la sangre circule por mi cuerpo así que sigo andando. Eso es, adelante, fija un punto en la oscuridad y avanza hacía él. Un paso más, sigue así, un pie después del otro, tranquilo, no hay prisa. Tarde o temprano llegarán las ideas, solo tienes que ser paciente y estar atento, como el búho.

® pepe pereza

14 comentarios:

  1. Coincido contigo, Luisa, hasta ha conseguido que sintiera como la fría humedad se calaba en sus huesos, perfecta figura que retrata a una inspiración agarrotada. Transmite emociones muy directas.

    Besos a pares.

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  2. Pepe tiene la habilidad de transmitir. Yo le conocí hace un par de años a través del blog y siempre ha conseguido no dejarme indiferente con sus escritos. Me sorprende gratamente, la verdad.

    Me alegro que te haya llegado.

    Un par de besos muy fuertes, Gemelas.

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  3. Es verdad, Luisa, Pepe tiene una forma muy especial de transmitir sentimientos con sus descripciones... En este caso ha plasmado de forma magistral la desidia, esa compañera que los escritores no elegimos, pero que tantas veces decide acompañarnos... Desde luego, no hace honor a su apellido o alias, porque lo que se dice pereza, no tiene ninguna para escribir :) Me he dado una vuelta por su espacio y he descubierto que también colabora en la revista "Agitadoras", como yo ;)

    Besotes, guapa, y cariñitos para Isolde (la desmayada ;) y para Iron (¡el intrépido!)

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  4. Mar, Pepe es muy prolífico. Tiene dos libros de relatos: “Putas” y “Momentos extraños” (Groenlandia) y ha publicado en varias antologías. Suele colaborar en muchas revistas. Yo he coincido varias veces con él en “Groenlandia” y en “Al Otro Lado del Espejo”. También colabora en “Vinalia Trippers”. Bueno, si te has dado una vuelta por su blog lo habrás visto. Fue guionista y actor.
    Me alegro que hayáis colaborado juntos en “Agitadoras”. Pepe no para.

    Un requetebeso, guapísima. A ver cuándo compartimos colaboración nosotras, je, je.

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  5. Es muy bueno, Luisa, gracias por traerlo y por conducirme hasta su blog.

    Creo que había leído algún poema suyo, ¿puede ser?

    Las frases están medidas al mílimetro, contundentes y limpias. Me ha encantado.


    ¿Cómo va tu novela?

    Un abrazo,

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  6. Puede ser que hayas leído algún poema suyo, Tesa. No me extrañaría nada.

    Me alegro que te haya gustado y de haberte llevado hasta su blog. Pepe suele colgar relatos a menudo. Merece la pena darse una vuelta.

    Mira, ahora mismo estoy terminando un capítulo de mi novela. Queda poco ya, pero es lo más difícil. Huecos que dejé en su momento por espinosos o por no encontrar la documentación necesaria, escenas que no terminaban de gustarme, otras en las que trabajé y quiero que entren sin forzarlas… Bueno, un montón de piezas que colocar en el rompecabezas y que van encajando a la perfección. Mi novela ya es un todo. Y estoy contenta porque es una historia sin pretensiones, sencilla pero a la vez inmensa, con la que el lector se sentirá identificado, reirá y llorará. Jamás me he reído y llorado tanto escribiendo. Es una historia durísima, pero tiene una ternura…, unos personajes…

    Bueno, Tesa, que si me lío no paro, je,je. Hablar de una novela es como hablar de un hijo. No hay quinto malo.

    A ver si me paso por tu blog, majísima.
    Un besazo.

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  7. ¡Guaaaaau, Luisa! Es muy bueno este fragmento 28. ¡Zas, zas!, te golpea con sus frases medidas, concisas,sin nada que sobre ni falte. Con esa atmósfera aplastante, machacona, oprimente hasta llegar al final. Excelente relato, Pepe. De pereza, nada.
    Un abrazo de Mos desde mi orilla.

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  8. Muy bueno, sí señor.
    Desde luego que si te gusta esta muestra te encantará su libro de relatos “Momentos Extraños” que publicité en el blog no hace mucho. Puedes descargártelo. Es un compendio de “Fragmentos” al cual más interesante. No tiene desperdicio.

    Me alegro que te haya parecido bueno, Mos.

    Un beso muy fuerte, compi. A ver si acabas ya con las horas extras que te quedan en el trabajo. Te echamos de menos.

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  9. Leyendo a Pepe, angustiándome con la angustia que trasmiten sus letras, me he preguntado si merece la pena eso del escribir.

    Qué maravilla. Felicitalo de mi parte.

    Besos

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  10. Trini, pues la verdad es que depende… Hay personas que no pasan por la angustia de la hoja en blanco (raro). Pero la gran mayoría, por desgracia, tenemos que pasar por ello más tarde o más temprano. Y realmente es un calvario, sobre todo cuando tienes claro sobre qué tema escribir y cómo hacerlo, pero eres incapaz de plasmar algo con una mínima calidad. Esto pasa, sobre todo, cuando un escritor se enfrenta a una novela. Es ahí donde va a verse realmente exigido. También ocurre mucho en los relatos por encargo, donde el tema y la extensión suelen establecerlos otros. Hay gente que no puede escribir durante largas temporadas… Hay de todo y no por eso deberían tirar la toalla. Creo que todo depende del nivel de exigencia. Los que unos dan por válido, otros lo tiraríamos a la basura y viceversa. No hay que rendirse.

    Daré tus felicitaciones a Pepe.
    Un beso muy fuerte.

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  11. Hola Luisa

    Coincido con el sentir popular. Interesante relato. Parece que es otra cosa, pero al final, habla de algo muy cotidiano para el que es aficionado a escribir. O para el que escribe por oficio...

    Ya veo que tienes a tu novela en la recta final. Animo, que ya queda poco. Yo ando atareado con multitud de cosas que no me dejan centrarme.

    Un saludo.

    Juan.

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  12. Juan, me alegro de saber de ti aunque andes muy atareado. Yo estoy tan pillada que no he podido leer ningún capítulo de “Mundo de Cenizas” y me pesa. Tal como bien dices, estoy en la recta final de mi novela y el tiempo se me va como agua. No puedo quejarme, porque se me está dando bien (bueno, lo que es escribir porque la documentación es una tortura. Buscar cualquier mínimo dato me ocasiona considerables retrasos y me desespero). Ya queda menos.

    Me alegro que te haya gustado el relato de Pepe. A mí me encanta.

    Un abrazo.

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  13. Me ha gustado mucho.
    La vida tiene sentido cuando somos niños, es cierto. Quizá porque sabemos vivirla sin buscarlo.
    Hay muchas frases que me llegan en este fragmento.
    Enhorabuena al escritor y gracias a ti, te estás convirtiendo en una gran divulgadora.
    un beso

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  14. Carlota, la verdad es que sí que nos llegan muchas frases de este fragmento. Pepe sabe transmitir. Y bueno, la verdad es que ya sabes que me gusta divulgar lo bueno que veo por ahí.

    Espero que lo pasaras bien en tu presentación. Me hubiera encantado poder estar allí y disfrutarlo. Lleida está muy lejos, pero cerca de mi corazón.

    Un beso muy fuerte, guapetona.

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