4 de octubre de 2010

RELATOS PERTURBADORES



EL PUEBLO DE LOS ETERNOS



Aquel día, una nube negra oscureció el cielo. Trajo consigo el olor extraño de la desesperación.


Los ancianos del pueblo salieron de sus casas y elevaron la vista apretando con fuerza sus mermados labios, como si el aire fuese a escapar sin permiso de sus pulmones. Siguieron el recorrido de la sinuosa niebla con ojos entornados de recelo.


La tolvanera sobrevoló sus cabezas mirándolos inquisitivamente hasta detenerse en una de ellos. La vieja entrelazó las manos, suplicante, y levantó el tembloroso brazo. Su huesudo dedo señaló una casa a lo lejos, y la bruma se alejó en aquella dirección. Trepó por los tejados cenicientos, atravesó la chimenea y se escurrió por la rendija de una puerta.

Se escuchaban gritos de dolor en la alcoba. Una mujer paría.

El recién nacido exhaló su primer y último aliento.

La nube se marchó como vino, dejando en su recorrido el amargor de la pena.

Los ancianos abrieron sus bocas reclamando aire y un sollozo mudo sacudió sus decrépitos cuerpos.


A lo lejos se dejó sentir el ronco bramido de un trueno.





Copyright: Luisa Fernández


Fotografía extraída de Internet



15 comentarios:

  1. Realmente perturbador, sí. Está lleno de imágenes povorientas y oscuridad.
    Un abrazo

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  2. Sí, un pueblecito encantador. Yo no querría ni hacer noche en él.

    Un besazo, Peter.

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  3. Pues no me extraña que sea un poblado de ancianos.
    Perturbador, sin duda. Yo tampoco pararía.
    ¡Qué cansancio de tanto vivir!...

    Abrazos

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  4. Eso digo yo, Trini. Porque qué función tiene vivir tanto y además en unos cuerpos decrépitos. Si al menos fuesen jóvenes…

    Un beso muy fuerte.

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  5. Pues eso digo yo: Para qué vivir tanto si eres un cuerpo decrépito, huesudo y desesperado.
    Para poca salud más vale morirse.
    Un pueblo perturbador donde los haya.
    Un abrazo, compi, desde mi orilla.

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  6. Vete a saber, Cefe. Los ancianos de este pueblo tienen que tener por narices una historia detrás. Mis micros son apenas un esbozo de sus vidas. Quién sabe, a lo mejor me animo un día de estos y saco toda una novela del asunto.

    Un besazo de vuelta, compi.

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  7. Hola mi querida y entrañable amiga Luisa
    vaya relato que nos ilustras sobre el terror
    me encanto disfrute mucho por que mi imaginacion
    se añadio y tambien bajo por la chimenea mis
    felicitaciones compañera fue un placer como siempre muy entretenido e interesante...

    Un fuerte abrazo besos que tengas un feliz
    comienzo de semana...

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  8. Hola, Jose.
    Gracias a ti, majete.
    Me alegra que hayas pasado un buen rato. Si alguien lo lee y experimenta alguna sensación con el relato, ha logrado su cometido.

    Muchos besos, compañero.
    Una buena semana para ti también.

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  9. Un pueblo que "huele a muerte, vejez, viejos decrépitos". Este micro te deja un requemor, de no ser habitante de él doy gracias. Luisa, siempre nos sorpendes con tus giros, tus requiebros, tu forma de narrar. Tan pronto nos sorprendes con un relato erótico que con uno de misterio. Ciertamente, tocas todos los palos, ¡Muy requetebién!.
    Siempre me gusta pasarme por tu blog, y gracias por compartir tu arte.

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  10. Hola, Cuentera.
    Creo que en el fondo estos viejecitos son bastante desgraciados e infelices.
    Hay que tocar todos los palos, aunque luego te tire más un tema que otro. El relato erótico es un arte, pero el oscuro o el de terror creo que es infinitamente más difícil. El humor también tiene su punto de dificultad. Lo fácil es describir el mundo tal como es.

    Gracias por tus palabras, Indaluz.
    Un beso muy fuerte.

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  11. Qué horror!

    Ya se lo digo a los testigos de jehová que me quieren ofrecer la eternidad y la salvación a cambio de que me apunte a su club, que a mí lo que me gusta de mi vida es que tiene fecha de caducidad, que por eso la aprovecho con intensidad mientras el cuerpo y la mente aguanten, cuando se acerque mi decrepitud, "ceniza a las cenizas" y a otra cosa, mariposa.

    Nena, que me pones "gore" y los pelos como piel de erizo con estos relatos tan negros.

    Un abrazo,

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  12. Ay, Tesa.
    Nadie como tú para sacarme la carcajada del cuerpo. Habrá formas de decir las cosas, pero cómo las dices tú… “nasti de plasti” Tienes estilo hasta para eso.
    Pues que quieres que te diga, la eternidad tiene su aquel, pero la decrepitud no tiene ninguno. Si lees el relato con atención, yo creo que los pobres viejos sólo son unos cobardes. A saber qué les espera cuando se los lleve la neblina… no creo que la paz eterna, precisamente…

    Un besazo, majísima.

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  13. Lo que son capaces de hacer por seguir viviendo,¿qué misterio tendrá ser eterno en esas condiciones? Es preferible vivir menos pero con buena salud y con la conciencia limpia. Da que pensar este relato.
    Un beso grande.

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  14. Hola, Resu.
    Creo que la fuerza de este relato está en lo que no se dice. Es precisamente lo que da qué pensar. Es un interruptor que se enciende y activa las preguntas en el lector.

    Un besazo, compi.

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